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Comentario de actualidad: La doctrina de shock

El conocimiento generalizado de la doctrina de shock puede ser el principio su propio final.

Naomi Klein ha desarrollado la llamada “ doctrina de shock”, que consiste en “esperar a que se produzca una crisis de primer orden o estado de shock, y luego vender al mejor postor los pedazos de la red estatal a los agentes privados mientras los ciudadanos aún se recuperan del trauma, para rápidamente lograr que las “reformas” sean permanentes”.

En este documental se nos muestran distintos ejemplos de la historia donde las ideas neoliberales de Milton Friedman se han impuesto en la sociedad aprovechando la confusión y el desconcierto que provocaron en la población grandes catástrofes.
Chile y Argentina se convirtieron en los primeros escenarios donde se aplicaron estas doctrinas. Allí, fueron necesarios golpes militares especialmente crueles donde se implantó el miedo. Esto, allanó el camino para que los ciudadanos aceptaran grandes cambios económicos en un corto periodo de tiempo.   
Siguiendo por el triunfo de la política de Margaret Thatcher – aunque esta tuviera una implantación más costosa debido al régimen democrático- pasando por el huracán Katrina, o el atentado del 11 S, hasta la guerra de Irak, en la cual incluso se llego a privatizar el ejército.
Todo esto sostiene, por el contrario de lo que siempre nos han querido hacer ver, que el capitalismo no se ha impuesto de la mano de la democracia, sino todo lo contrario, de la violencia y la doctrina de choque.

Fotografía de Naomi Klein
Fuente: Google Imágenes.
De hecho, actualmente, se sigue implantando este escenario a través de la gran conocida crisis económica. Esto no es provocado ni por guerras, ni por catástrofes, ni por bombas, pero es que realmente la sociedad tiene tanto miedo, que no es necesario.            La crisis ha provocado un gran impacto en la mentalidad de los ciudadanos, ha propulsado los sentimientos de vacío, hastío, confusión, tristeza…  En una situación como esta, es mucho más fácil imponer “soluciones” inadecuadas a dicha crisis que en una época de bienestar. El miedo, hace que no tengamos las ideas claras y sigamos de manera incondicional a aquellos que prometen grandes soluciones. Es aquí cuando se aplica la “doctrina del shock”, y se aprovecha para imponer esta ideología de la privatización y la desregularización.
Entonces es aquí cuando hemos de darle la vuelta a todo.Cuando no hay información o hay mala información, la sociedad se vuelve dócil. Pero, ahora tenemos el poder de orientarnos a través de la historia y de salir a la calle y quejarnos. Es el momento de aprovechar ese shock o ese impacto para cambiar la política y hacer un mundo mejor.

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